MI FAVORITO
Dentro de sus líneas y de manera inesperada, un libro me transportó y no pude parar de leer. Tenia 15 años cuando empecé, era un tomo grueso y jamás imaginé que iba a terminar. No había tenido ninguna escuela que incentivará en mi, la lectura, no tuve ejemplos a seguir para hacerlo, fue solo la curiosidad que me llevo a aquel libro que había llegado a casa prestado, para qué, a quien, no lo sé, pero recuerdo muy bien, el amor tan bonito que sentí, cuando empece sus primeros escritos.
Paso mucho tiempo para volver a otro libro, sin embargo, mi reencuentro fue maravilloso, pude darme cuenta que era algo que me hacía, no solo bien, me complementaba y yo podía volar. Han sido muchas las veces que he sentido que un libro me ha liberado. Cuando estuve en mi primer matrimonio, tenia dos libros que me sacaban de ese mundo y me permitía vivir como yo deseaba.
Cuando conocí a mi actual esposo, de los mejores regalos que me pudo hacer, fueron aquellos libros que me fue entregando a lo largo de nuestros primeros años de relación. Libros que marcaron mi vida, que afianzaron mis valores, que me motivaron a seguir por el rumbo que había elegido, sin miedo. Nadie hasta él, me había regalado un libro, y ese solo detalle, logró una conexión inmediata, con nuestras almas.
Mi favorito: un libro, nos entrega las vivencias de un artista, el dolor de un poeta, las anécdotas de una historia escondida, el sufrimiento fallido de un enamorado, los estudios de un personaje en anonimato, las carencias de personajes inventados, una historia real y tan cruda que puedes palpar aquella verdad.
Un libro puede transportarte, siempre y cuando lo permitas.
A largo de mi vida he buscado libros que me complementen, que sumen, que me llenen y los he encontrado y creo que no es casualidad. Cuando te encuentras en situaciones poco llevaderas, realmente descubres todo lo que necesitas para confirmar o afianzar ese momento, encuentras todo lo que tenga que ver con ese estado, y no es diferente con un libro.Tengo mis librerías preferidas, pero adoro aun mas los lugares que tienen libros y una taza donde tomar algo delicioso, esto te invita a relajarte y empezar con tu lectura.
Cuando he buscado uno de mis mejores acompañantes de soledad, siempre me he topado con el ideal, con aquel que me dá lo que necesito, donde encuentro las palabras precisas y muchas veces obtengo el consuelo buscado.
Elijo un libro, solo cuando mi mirada se ha cruzado con él y no me equivoco. Me gusta creer que es él, quien me eligió.
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