UN AÑO

UN AÑO

Ha pasado un año desde que decidí empezar a escribir este blog. Su planeación no fue al azar, siempre quise hacerlo. Hoy encuentro entre papeles, algunas notas guardadas dentro de una mesa antigua, líneas que contienen mi vida, aquellos momentos de desafío constante, momentos de amor, de aprendizaje, de rabia, de dolor. No sabía porqué, no tenía claro para qué, pero pasaron los años y dejé de lado la idea. 
Siempre tuve miedo, uno incalculado. Ese miedo que siempre está en tu mente, antes que siquiera haya pasado algo. Tenía vergüenza, no me quería. Me había anulado en la búsqueda de una perfección inexistente y comencé a llegar al punto en donde no me sentía cómoda con una versión mía, que solo enmascaraba lo que yo, realmente era.

 

 

Llegar a entender todo esto ha sido un largo proceso, aún hoy, sigo buscando y encontrando respuestas. Prepararme para lograr entender mi camino me ayudó a asimilar que mi historia y experiencias podrían ayudar a más personas, a más mujeres, a más almas. Cuando hallé esta respuesta, simplemente todo empezó a encajar y se fue acomodando para poder entender mejor mi camino.
Una vez me dijeron: Cómo puedes ser Coach, si eres un error constante. Fue duro escucharlo, sobretodo de alguien a quien he querido mucho, pero me ayudó a discernir que en efecto, estoy dando de mí, para poder decirte todo lo que no debes hacer y si lo quieres hacer después de decírtelo, vayas por la vida asumiendo las consecuencias de tus decisiones, sin buscar culpables ni victimizarte  ni reprochar nada a nadie. Que sepas que puedes dejar de ver tu vida como una gran bocanada de mala suerte, aquella no existe, lo que si existe es nuestras malas decisiones y cegarnos por solo ver, todo lo malo que nos a ocurrido hasta hoy.

 

 

Ahora levanto la mirada y grito a voz muda: soy una mujer con historia, que puede ser compartida, para aprender, para luchar, para entender, para simplemente saber que nadie está solo y que las apariencias engañan. Nunca te fíes de lo que observas a primera vista, no puedes ver la cruz que tiene encima aquella persona de mirada distante, altiva, profunda o llena de ira. 
Contar tu historia debe significar el aprendizaje de vida que tienes hoy. Haz que tu historia te llene de constante sabiduría, no permitas que la misma te hunda, eso solo depende de la mirada que le des, cada vez que regreses a ella. Ningún pasado es bueno, ni malo, es simplemente lo que tuvo que pasar, para ti y para los que te rodeaban. Aprendemos, caemos, prometemos, amamos, lloramos, odiamos, sacrificamos, en cualquier situación, estás dando los pasos para seguir creciendo, aunque parezca que te hundes cada vez más.

Comentar

Your email address will not be published. Required fields are marked *