PARÍS… A TUS PIES


Cathedrale du sacré-cœur d’Oran
Eran 30 días en Francia, nos encontrábamos al norte. Terminaba la semana 3 y quedaba muy poco para regresar a Perú, y ninguno de nosotros estaba seguro si volvería por ese lado del mundo. Así que decidimos tomar un tren y partir tres días. Destino final: París. Definitivamente, no podíamos hacerlo, pero lo hicimos y estoy segura que ninguno de nosotros se arrepiente de haber marchado a ese rumbo, lo valió todo.

París France
Cerca a París, exactamente a las afueras, la primera noche llegamos a la casa de conocidos de uno de nosotros, todo estuvo muy bien. A la mañana siguiente, partimos emocionados y muy temprano, dispuestos a comernos el mundo. Y en efecto así lo hicimos. Ese día caminamos todo el día, hicimos todo lo que pudimos: L’arc de triomphe, l’ouvre, Cathédral sacré cœur, Cathédrale Notre-Dame y la añorada Torre Eiffel. A groso modo y muy rápido, pudimos vivir un poco de la bella Paris y cómo se puede respirar tanta cultura. Cuando cayó la noche, debíamos buscar a otro amigo para poder pasar la noche antes de retornar, teníamos la dirección, pero por algún motivo, nunca dimos con el lugar y no teníamos teléfono.

Cathedrale du sacré-cœur d’Oran
Hoy, he regresado, 14 años después, lo recuerdo como si fuera ayer, la misma sensación me acompaña. Es diferente a lo que viví en aquel entonces, pero puedo volver a disfrutar de un lugar colmado y bendecido de pura historia. Paris es de aquellos sitios que te colman de emociones, de sensaciones infinitas. El arte se respira, se siente, se ve. Todos sus rincones te muestran una pequeña parte de vida que no quedó en el pasado, más bien se encuentra allí para seguir haciéndose presente.

Arc de Triomphe
Difícil saber cómo puedes llevar las situaciones que se presentan.
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