MI CAMBIO
No, no te voy negar que sigo con mis luchas internas, que exploto con algo que me indigna, aún no controlo en totalidad mi impulsividad. ¿Cuál es la diferencia entre antes y hoy? ya no permito que ese sentimiento se quede conmigo, no permito que esa emoción gobierne mi día, no permito que cualquier sentimiento negativo intervenga en mis decisiones. Aceptar sentimientos negativos y dejarlos ser parte de nosotros, es uno de los trabajos diarios que podemos implementar en nuestra vida poco a poco, es considerar que es parte de nosotros pero no “somos” ese sentimiento.

Recuerdo todavía mi forma intolerante, esquiva y explosiva muchas veces, ¡que careta tenía! una y bien grande. Vivir en automático diciéndome a mi misma: yo soy así, al que no le guste su problema, era vivir en un engaño constante hacia mi misma. Cuando llevamos heridas en el alma, heridas que nos marcaron desde nuestra infancia y a lo largo de nuestra vida, una manera de protegernos ante cualquier futuro dolor es utilizar “máscaras”, nuestra defensa ante no volver a sentir lo que no deseamos, se vuelve al final muchas veces en nuestra contra, convirtiéndonos en algo que nunca fuimos, en un ser que no pertenece a nuestra pureza de alma.
En mi camino por encontrar respuestas a sentimientos que me llevaban a repetir personas, lugares, vivencias, que solo me hacían sufrir, me ha llenado de mucha sapiencia. Descubrir que muchas de las situaciones que vivía solo dependían de mi y que huir a esa responsabilidad constantemente, me llevaban al mismo dolor que evitaba durante años.

Hoy como Coach llevo un mensaje bajo mi propia experiencia, como fui implementando hábitos en mi vida que me permiten una vida mejor, mas calmada y sin menos odios. Una vida que esperaba vivir siempre, pero que yo misma no me permitía. Hoy quiero ayudarte a encontrar ese camino. Me encanta saber que alguien puedo ayudar con estas lineas.
Y nunca olvides esto: Todos tenemos un alma bonita. Todos sin excepción. Lamentablemente vamos perdiendo con los años y experiencias que vivimos, toda esa parte pura con la que nacemos y nos perdemos en los sentimientos negativos. Nunca es tarde para empezar a ser feliz.
Comentar